La Angelita que les presentaremos hoy es una de las niñas más pequeñas de nuestra casa, tiene unos ojos grandes, negros y hermosos que hablan solo con mirarla. Ella es Maritza Naranjo Loaiza. Con sus 11 años de edad cursa tercero primaria en la Institución Educativa Rosalía Suárez y llegó a nuestros brazos, junto con su hermana mayor, cuando eran unas chiquillas.
La Madurez, en muchas circunstancias, no se adquiere con los años sino con las experiencias vividas y la manera en que se enfrenta la vida; este es el caso de Maritza quien a pesar de su corta edad ya maneja una madurez envidiable y una personalidad muy definida.
Se mantiene enfocada en actuar correctamente sin dejar a un lado su alma de niña, puesto que le encanta jugar al escondidijo con sus amiguitas y las actividades que requieran esfuerzo físico.
Es una apasionada por la música, en especial la de género romántico, porque como ella misma afirma “la música expresa lo que sentimos”. Sentirse amada es una de las cosas que más la hace feliz, disfruta al máximo el tiempo que puede compartir con su familia y seres que queridos.
Desde que nacemos estamos destinados a construir nuestro proyecto de vida, ese motivo que nos impulsa a ser mejores personas, esforzándonos por cumplir nuestros sueños.
En la Fundación Angelito de mi Guarda tenemos a muchas artistas en potencia, por el lado de Maritza, ella sueña con ser una importante diseñadora de modas: le encanta dibujar e inventar.
“Quiero agradecerle a mamá chiquita por consentirme cuando me siento triste, ella sabe muy bien cómo subirme el ánimo; también por todas las cosas buenas que me enseña, me educa siempre para ser una mejor persona“
A los sueños nunca debemos ponerle límites. Por más difícil que sea llegar a ellos con disciplina, amor y perseverancia siempre será posible alcanzarlos. Sigamos lo que nos apasiona como nuestras angelitas que van por sus ideales únicamente guiadas por el corazón.