En Colombia existe un conjunto de normas para la protección de la niñez y los adolescentes que tiene como propósito, garantizar su bienestar y salud, para que crezcan con su familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión, conocido como el Código de Infancia y Adolescencia que dicta la Ley 1098 del año 2006.
En el artículo 32 se reconoce el derecho a la asociación y reunión de los niños, las niñas y adolecentes con fines sociales, culturales, deportivos, recreativos, religiosos, políticos o de cualquier otra índole, sin más limitación que las que imponen la ley, las buenas costumbres, la salubridad física o mental y el bienestar del menor.
Este derecho comprende especialmente el de formar parte de asociaciones, inclusive de sus órganos directivos, y el de promover y constituir asociaciones conformadas por niños, las niñas y los adolescentes. En la eficacia de los actos de los niños, las niñas y los adolescentes se estará a la ley, pero los menores adultos se entenderán habilitados para tomar todas aquellas decisiones propias de la actividad asociativa, siempre que afecten negativamente su patrimonio.
Los impúberes deberán contar con la autorización de sus padres o representantes legales para participar en estas actividades. Esta autorización se extenderá a todos los actos propios de la actividad asociativa. Los padres solo podrán revocar esta autorización por justa causa.
En Angelito de mi Guarda el amor de los colaboradores del hogar, Mamá chiquita, voluntarios y benefactores hace posible que las niñas participen de actividades internas y externas, donde se mezcla la recreación, el arte, la cultura, la naturaleza y donde se les inculca los valores de solidaridad, compañerismo, honestidad y respeto.