¿Y si los dejamos ser niños al vestir?

Bien es cierto que somos ejemplo de nuestros hijos y que ellos quieren imitarnos y nosotros como padres, adultos que somos, debemos pensar en lo que necesitan y sin quitarles su libertad dejarlos escoger qué vestir en el día.

Cumpliendo siempre antes con las características que ellos prefieren: comodidad y una textura agradable en su piel, sumándole nuestro papel de padres y teniendo en cuenta también el clima y la actividad que harán durante el día.No vestir a los niños como adultos

Antes de vestir a mi hija como un postre, maquillarla y hacerla usar tacones en temprana edad, pensemos… ¿Ella como niña qué necesita? Correr, explorar su entorno y jugar será cómodo en tacones, vestido, con maquillaje y llena de accesorios.

“Hay que educar a los niños y no vestirlos como pequeños adultos” nos afirma Júlia Pascual Guiteras, psicóloga de Catalunya quien luego de un experimento de una bloguera quien dejó que su hijo le escogiera que vestir, le recomendó dialogar con su hijo y explicarle por qué no se debe usar sandalias en invierno o mezclar zapatos. Es decir educar, dejarlo combinar, como desee, los colores pero tener en cuenta la utilidad de las prendas para cada ocasión o actividad que vamos a afrontar.

Asimismo, Júlia nos habla del continuo fracaso escolar actual que asegura viene de la sobre estimulación temprana, “Estamos en un momento en el que se busca adelantar las etapas de los niños, a los tres años ya hacen mil cosas: idiomas, actividades… y lo único que conseguimos con esto es hacerlos adultos y lo que nos encontramos es que cuando llegan a la adolescencia, por ejemplo, ya no tienen ganas de estudiar.”

En la moda pasa exactamente lo mismo, queremos vestirlos como adultos y no dejarlos vivir su niñez. ¿Por qué queremos verlos crecer tan rápido y hacemos que se salten las diferentes etapas de sus vidas?

“Los padres deben hacer de filtro de lo que los niños se ponen”, asegura Júlia. Darle elegir al pequeño entre tres opciones, previamente seleccionadas por adultos, “Así conseguimos darle la sensación a nuestro hijo de que está haciendo una selección de lo que quiere llevar, pero realmente es una situación controlada por los padres”.

Así que antes de volver a tu hijo una réplica, piensa en él, sus necesidades y acompáñalo sin acelerar su crecimiento.

 

 

 

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